2019-06-09

Como el Padre me envió, también yo os envío

Domingo de Pentecostés

Lecturas:
Hechos 2, 1-11
Salmo 103
1 corintios 12, 3-7.12-13
Juan 20, 19-23

Reflexión

Paz. Nos das tu paz, Jesús. Antes que nada, nos reconfortas.

Después, nos envías. Estamos en misión.

Pero no nos dejas solos ni sin recursos. Nos das el Espíritu Santo: el mismo aliento de Dios.

Y nos dices que lo que perdonemos en la tierra, quedará perdonado en el cielo. Perdonar: este es el poder que nos das. Como tú hiciste, no nos envías a juzgar ni a condenar, sino a perdonar. Nos envías a liberar. A sanar las culpas. El perdón es inseparable de la libertad.

Somos tus colaboradores, Jesús. Nos llamas a continuar tu obra. Y nos das el mayor regalo, tu mismo Espíritu. ¡El don es aún mayor que la tarea!

Hoy somos enviados. ¿Recibimos tu llamada, como la recibieron tus discípulos?

Hemos recibido el mismo don que ellos, en el Bautismo y en los sacramentos. ¿Responderemos igual que ellos?

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