2009-11-21

Cristo Rey

Cuando Jesús, atado y humillado ante Pilato, asegura que “es rey”, muchos escépticos podrían burlarse, tal como lo hicieron los judíos de su tiempo. ¿Por qué ese escándalo, como dice san Pablo? ¿Qué significa esa paradoja? ¿Puede ser rey un hombre maltratado, indefenso, herido, a punto de ser condenado a morir?

“Mi reino no es de este mundo”, dice Jesús. Muchos han interpretado estas palabras como un rechazo del mundo real y de la humanidad. No es así. Con “mundo”, Jesús alude a una forma de pensar y actuar muy común, movida por la ambición, el egoísmo y el ansia de poder. Él es rey, no porque atesore poder, sino porque lo da todo: su reino se fundamenta en el amor y en la libertad sin límites que le permite entregarse sin vacilar.

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