2009-06-05

La Santísima Trinidad

Ciclo B
“Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Tras la recepción del Espíritu Santo, los discípulos de Jesús se convierten en apóstoles. De seguidores, pasan a ser pastores con una misión muy clara: hacer más discípulos en todo el mundo y bautizar a las gentes en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La Iglesia nace con una vocación misionera, y no se podría entender su existencia sin esta llamada del mismo Jesús.

Cada cristiano, hoy, está llamado también a esta misión. Allá donde estemos, a través de apostolados diversos, inmersos en nuestro mundo, Jesús nos invita a llevar a Dios a todas las personas. No se trata de proselitismo, sino de invitar a todo el mundo a conocer a un Dios que es comunidad, familia, y a participar de su amor.

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