La conocida lectura de hoy, de las bienaventuranzas, nos sitúa ante la realidad con la que nos encontraremos los seguidores de Jesús. El cristiano coherente que se lanza a ser apóstol topará con muchas dificultades y padecerá la pobreza, el dolor, la tristeza y la persecución. Pero Jesús, enlazando con las lecturas de los profetas, nos recuerda que la recompensa de una vida entregada por amor es inmensa.
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