2010-12-25

Día de Navidad

Celebramos hoy la Navidad, un acontecimiento que ha cambiado nuestra cultura y nuestra historia. El nacimiento del Niño Jesús da un vuelco a nuestra forma de pensar y de vivir. Navidad es la humanización de Dios, hecho niño, y a la vez es la elevación, la divinización, del ser humano, que se convierte en hijo de Dios.

El niño que nace en Belén contiene un mensaje... Seguir leyendo aquí.

2010-12-18

IV domingo de Adviento - ciclo A -

La lectura de este domingo nos lleva a reflexionar sobre la figura de José, esposo de María. Se establece un paralelismo entre el sí de María en la anunciación de su maternidad y la respuesta de José al mensajero de Dios. Esta respuesta también es un sí al designio del Señor. Su aceptación era necesaria para culminar la encarnación. Dios quiere contar con la voluntad de María y José, con su libertad y su amor, para hacerse hombre.

Seguir leyendo aquí.

2010-12-11

III domingo de Adviento - ciclo A -

El evangelio nos muestra cómo los discípulos de Juan acuden a Jesús y le preguntan si él es el que ha de venir. La expectación llega a su momento culminante: el Mesías está cerca. Por eso, en la liturgia de este tercer domingo de Adviento, hay un componente de alegría y de fiesta ante la venida del Señor.

La respuesta de Jesús a los discípulos de Juan recoge las palabras del profeta Isaías: los ciegos ven, los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Reino de Dios. ¿Qué significa todo esto?

Seguir leyendo aquí.

2010-12-04

II domingo de Adviento - ciclo A -

La misión de Juan el Bautista es importante: preparar al pueblo judío para la venida del Mesías. Juan se hace eco de la profecía de Isaías: Allanad el camino al Señor, enderezad sus senderos. El Bautista pertenece a ese resto fiel del pueblo de Israel que cree en la venida del Mesías y prepara a su pueblo para el momento crucial de su irrupción en la historia. Y lo hará llamando a las gentes a la conversión: Convertíos, que el Reino de los Cielos está cerca. ¿Qué significa la conversión? Seguir leyendo aquí.

2010-11-27

I domingo de Adviento - ciclo A -

Iniciamos un tiempo fuerte litúrgico: el Adviento, y nos preparamos para la venida del Mesías. Este es un tiempo en que los cristianos estamos invitados a reflexionar sobre el sentido de la esperanza cristiana. ¿Qué significa? ¿A quién esperamos? ¿Cómo esperamos? ¿Por qué?

La esperanza cristiana es aquella actitud vital que nos hace trascender de nosotros mismos para mejorar todo cuanto existe a nuestro alrededor. El cristiano tiene la esperanza de que el mundo puede cambiar, y también el corazón humano, sus ideas y sus sentimientos, su libertad.

2010-11-20

Cristo Rey del universo

El reinado de Cristo tiene su momento culminante en el Gólgota. ¿Qué significa reinado de Dios?

No nos referimos a un espacio físico ni geográfico, sino al corazón de uno mismo: Dios quiere reinar en nuestro corazón, en nuestra vida entera. Fijémonos en la figura del rey: un hombre clavado en la cruz, un hombre que, en la meta de su misión, ha puesto el servicio y la entrega a los demás, pasando por el sacrificio, el holocausto y la muerte. Hablamos de una realeza que nada tiene que ver con la realeza de las monarquías europeas o de Oriente. ¿Qué rey acaba en la cruz, condenado por su infinito amor a los demás hombres?

Seguir leyendo aquí.

2010-11-13

Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

Domingo XXXIII tiempo ordinario - ciclo C -

Las predicciones de Jesús responden a un género literario apocalíptico, pero reflejan la realidad en muchos lugares de nuestro planeta. Jesús describe la fuerza del mal que se desata sobre el mundo, nutriéndose de la prepotencia y el afán de poder del hombre, capaz de generar devastación por no abrir su corazón a la novedad del mensaje de Dios.
Y Jesús nos alerta. Seguir leyendo toda la reflexión.

2010-11-06

Un Dios de vivos

Domingo XXXII tiempo ordinario - ciclo C -


La secuencia del evangelio de hoy recoge el sarcasmo y la incredulidad de un grupo de saduceos, que representan la élite intelectual y económica de la cultura judía. Con la insidiosa pregunta que hacen a Jesús sobre el caso de los siete hermanos fallecidos y su viuda, cuestionan la resurrección haciendo alusión a la ley de Moisés. Pero Jesús responde apelando a las mismas escrituras, recogiendo el episodio de la zarza ardiente y manifestando que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob es un Dios de vivos. Con esta afirmación, Jesús asienta doctrina sobre la resurrección.

Leer más aquí.

2010-11-01

La alegría de los que aman a Dios

Fiesta de todos los santos - C -
En aquel tiempo, viendo Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los Cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Mt 5, 1-12

El retrato de los santos

Los miembros de la Iglesia celebramos hoy la fiesta de Todos los Santos: tanto los anónimos, las miles de personas que han muerto y reposan en la gloria de Dios, como los canonizados, cuya vida nos es un ejemplo y que veneramos en los altares.
Todos ellos son santos. Pero, ¿en qué consiste la santidad? ¿Qué es un santo?
La santidad es un concepto cristológico. Jesucristo es el Santo de todos los santos. Y lo es porque abrió su corazón a Dios, viviendo una íntima relación con él, en toda su plenitud. La vivencia plena del amor de Dios: esto es la santidad. Y esta experiencia ha sido el tesoro de innumerables personas, de épocas, orígenes y carácter muy diversos. En nuestro santoral encontramos gigantes, como san Pedro y san Pablo, santa Teresa, san Ignacio, la madre Teresa de Calcuta… hasta los últimos casi quinientos mártires beatificados. La cercanía a Dios a lo largo de sus vidas y el profundo alcance de su amor son la característica propia y común de todos los santos.
El autor sagrado nos presenta un retrato robot del santo en las bienaventuranzas. Es un texto que aparentemente suena como una contradicción. ¿Cómo se puede ser feliz en la tribulación? ¿Cómo vivir con alegría en medio del sufrimiento? Todas las bienaventuranzas van seguidas de una promesa de vida eterna: ganar el Reino de los Cielos.
El primer bienaventurado es Cristo, el que hace la voluntad del Padre, aunque sabe que esto le acarreará consecuencias: dolor, persecución y muerte. Por tanto, las bienaventuranzas son, en realidad, un retrato del mismo Cristo y un mensaje de aliento a sus seguidores, que un día imitarán sus pasos por fidelidad y amor a Dios.

Los pobres de espíritu

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. La pobreza de espíritu no se refiere a la pobreza sociológica o económica, sino a la actitud humilde ante Dios. Cristo se despoja de todo su rango para abrazar la humanidad. Abraza la cruz, se hunde en la muerte, y luego resucita.
El pobre de espíritu tiene una actitud de apertura, de generosidad; da lo que tiene, todo lo comparte. Este es el pobre teológico y franciscano. Cuando Cristo se encarna, se abandona, confía, abre las puertas de su corazón a Dios. Este es el sentido de la palabra pobre en este contexto. No tiene nada que ver con lecturas sociológicas o marxistas que han querido ver un contenido político en este evangelio. Es el pobre de Yahveh, expresión bíblica que designa al hombre que se abandona y confía totalmente en Dios. Este pobre de espíritu vivirá la bella experiencia de la proximidad de Dios ya en su vida terrena. Dios reinará en su existencia, ahí comienza el Reino para él.

Consuelo para los que lloran

Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Cristo llora. Ante la tumba de su amigo Lázaro, a quien amaba, solloza. Dichosos los que lloran con motivos bien fundados. No los que derraman lágrimas de rabia porque no pueden obtener sus deseos, o porque no alcanzan las cosas que ambicionan. El evangelio nos habla de las lágrimas derramadas por amor, las lágrimas del que llora porque ama. Muchas personas lloran a causa del sufrimiento, el dolor o la injusticia, moral o social. Pero, ¡cuántas lloran porque son fieles a sus convicciones y son, por ello, rechazadas! ¡Cuántas lloran porque no hallan respuesta a su amor! Dios está cerca de esas personas heridas, que vierten su llanto a causa de la amistad, la paciencia y la ternura.

Los sufridos heredarán la tierra

Dichosos los que sufren, porque ellos heredarán la tierra. Seguir a Jesús a veces nos comportará sufrimiento e incomprensión. La Iglesia, por amor a Dios, sufre golpes y ataques. Pero quien permanece fiel encontrará un mundo nuevo. Esa tierra nueva, de la que también habla el Apocalipsis, es en realidad el encuentro pleno con Dios, el paraíso.

Hambre de Dios

Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán saciados. Esa hambre, esa sed, son el anhelo de Dios, el deseo de su amor. Cuando uno padece hambre y no puede alimentarse, se debilita. Así, también la persona hambrienta de amor desfallece. Mucha gente sufre hambre de Dios, busca y no lo encuentra. La justicia evangélica no es la justicia de las leyes —¡a veces la justicia humana es tan injusta!— sino la justicia de Dios.
La justicia divina es el amor de Dios, que no consiste en juzgar, sino en la generosidad absoluta, que va mucho más allá de dar a cada cual lo que le toca. La justicia de Dios es derroche de bondad. Los que persiguen esta justicia son los que tienen hambre de ser mejores, de amar más, de crecer, de compartir su sabiduría, su experiencia. No estamos hablando de derecho jurídico, sino de la benevolencia que brota de Dios.
La Iglesia nos ofrece la mejor comida para esta hambre: la eucaristía. El mismo Cristo se nos da como alimento y bebida que nos sana y repara nuestras fuerzas.

Misericordia infinita

Dichosos los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. La misericordia es otra característica de Jesús, siempre paciente, rebosante de compasión y de comprensión. A nuestro alrededor solemos encontrar justamente lo contrario: la dureza y la crítica son constantes. Juzgamos a los demás sin comprender su situación. Dichosos los que tienen un corazón compasivo, dice Jesús, porque ellos también recibirán la comprensión y la ternura de Dios. La parábola del hijo pródigo es el mejor ejemplo de esta misericordia. El Padre contempla a su hijo perdido con magnanimidad y compasión infinita, es todo amor.

Los limpios de corazón

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. El hombre más limpio de corazón es Jesús, que nace sin mancha. Esta bienaventuranza alude a la honestidad en las actitudes morales y éticas. El egoísmo, los recelos, las envidias, empañan nuestro corazón. Cuando depuramos nuestras intenciones y barremos la suciedad del alma, el deseo de vanagloria, el afán de posesión y de dominación sobre los demás, entonces nuestro corazón queda limpio y abierto. Los sacramentos nos lavan, especialmente el de la reconciliación, y nos ayudan a dejar atrás todo aquello que nos impide estar en comunión con Dios.

Los  constructores de paz

Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Jesús es el príncipe de la paz. Llega a morir para que otros no mueran por él. Su paz no es una ausencia de conflictos, sino que sale de lo más hondo del corazón humano. Es la paz que brota del interior, cuando uno se sabe profundamente amado por Dios. Esa certeza genera tal sosiego, tanta calma, que nadie la puede arrebatar al que así la siente.
Los que trabajan por la paz no son sólo los pacifistas, o los activistas que se manifiestan, gritando, pidiendo paz. El primer paso para construir la concordia es estar en paz con uno mismo. A partir de ahí, hemos de buscar la paz con el cónyuge, con la familia, con los vecinos, los compañeros de trabajo, la sociedad. La persona pacífica sabe que sólo la fuerza de la paz, de la justicia y del amor puede cambiar el mundo. La paz nace en lo hondo de uno mismo, al igual que la guerra. ¡Cuántas pequeñas guerras estallan a nuestro alrededor y, a veces, las alimentamos! Comienzan con las luchas internas, pasan a las peleas en el ámbito personal, familiar, laboral y social… hasta llegar al internacional. Por eso es tan importante educar, ya a los niños desde pequeños, a buscar la paz interior y en la convivencia. Evitemos esas pequeñas masacres en nuestros ámbitos cotidianos.

El gozo de los perseguidos

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia… Dichosos cuando os insulten, os calumnien y hablen mal de vosotros, por causa de Dios. Llegamos al aspecto martirial de la santidad. Hay opciones en la vida que no son negociables, como el ser cristiano. No renunciar a nuestras creencias nos puede llevar a un rechazo social: lo vemos en los medios de comunicación y en los ambientes políticos. Pero Jesús nos anima: estad alegres y continuad adelante. Él no se echó para atrás. No renunció a proclamar su condición de hijo de Dios y por ello fue juzgado, condenado, torturado e insultado. Finalmente, fue conducido a la muerte en cruz. Cristo es el primer mártir.
La recompensa de los fieles es la proximidad de Dios y gozar de una alegría que no se marchita. No es un alborozo propio de quien consigue lo que quiere y vive libre de preocupaciones, no. Es la alegría de la fe. Nuestra alegría se sustenta en lo que creemos, vivimos y celebramos. Nuestra alegría es el propio Jesús. Nuestra recompensa es el torrente inagotable de su amor.

Algo por lo que vale la pena luchar

Si vale la pena luchar por algo, es por Dios. Vale la pena defender lo que somos y creemos. No con la espada y las armas, por supuesto, pero sí con tenacidad y valor. No hemos de callar. Somos cristianos por un don de Dios, ni siquiera por nuestros méritos. En realidad, ¡somos tan cobardes! Pero estamos llamados a la santidad. Ojalá todos iniciemos este camino y perseveremos en él con valentía.

2010-10-30

El encuentro de Jesús y Zaqueo

Domingo XXXI tiempo ordinario -C-

Zaqueo era jefe de los publicanos en Jericó. Amasaba riqueza sin escrúpulos a costa de extorsionar a sus ciudadanos, por eso era poco apreciado y considerado un pecador. Y, sin embargo, Zaqueo padecía una gran pobreza interior que su dinero no podía paliar.

Había oído hablar de Jesús y quería conocerlo... Para poder llegar a verlo, se sube a una higuera. Vemos su actitud: se apresura, va corriendo, sube al árbol, porque desea ver. Es la dinámica ascendente del hombre que busca a Dios. Para ello, no le importa hacer un esfuerzo e incluso quedar en ridículo.

Seguir leyendo la reflexión.

2010-10-23

Dos maneras de orar

Domingo XXX tiempo ordinario - ciclo C -


Jesús tiene una gran habilidad pedagógica. A la hora de enseñar a su gente, se vale de un gran método: la parábola. A través de ella, instruye y comunica un mensaje a quienes lo escuchan.

En esta ocasión, Jesús quiere recalcar que lo más importante para un creyente no es tener muchas cualidades como persona, o ser un perfecto cumplidor. La parábola nos alerta sobre la soberbia espiritual: no creamos ser mejores por el hecho de cumplir con todos los preceptos.

Jesús nos describe dos formas muy claras y antagónicas de dirigirse a Dios: la del fariseo y la del publicano. Seguir leyendo aquí.

2010-10-16

Perseverar en la oración

Domingo XXIX tiempo ordinario - ciclo C -
A lo largo de su vida pública, vemos en Jesús la búsqueda constante de un espacio de comunicación con Dios. Es fundamental para él. En los momentos clave de su vida, sube a la montaña, se retira al desierto. En su labor pedagógica con sus discípulos, les comunica la importancia de orar sin desfallecer.

Con la parábola del juez inicuo “que no teme a Dios ni a los hombres” y de la viuda insistente, que le pide justicia ante su adversario, Jesús nos está explicando la importancia de perseverar en la oración. Leer más aquí.

2010-10-09

Curación y salvación

Domingo XXVIII tiempo ordinario - ciclo C -
Jesús siempre está en camino. Esta vez, el evangelio nos relata que, entre Samaria y Galilea, yendo hacia Jerusalén, se encuentra con diez leprosos. Ese caminar continuo revela su plena conciencia de que ha de comunicar a Dios. Pero, además de comunicar, Jesús actúa. Seguir leyendo aquí.

2010-10-02

Aumenta nuestra fe

Domingo XXVII tiempo ordinario - ciclo C -

Frente a un mundo descreído, que se desorienta y pone sus esperanzas en otros ideales, los cristianos, más que nunca, hemos de pedir al Señor que nos aumente la fe. “Si Dios existe, ¿Por qué hay tanto mal en el mundo?”. Escuchamos estas palabras con mucha frecuencia y difícilmente hallamos respuesta. El problema está en la misma pregunta, y en una idea equivocada de Dios. Seguir leyendo aquí.

2010-09-18

No se puede servir a dos amos

Domingo XXV tiempo ordinario - ciclo C -

El dinero, en sí, no es malo. La economía mueve el mundo y nos proporciona recursos para vivir. Pero los cristianos debemos considerar cómo valoramos el dinero y qué lugar ocupa en nuestra vida. ¿Lo situamos por encima de todo? ¿Gira nuestra existencia entorno a él?

Hoy, son duras las palabras que Jesús dirige a los suyos. El mensaje es rotundo: el dinero nunca puede ser un obstáculo para seguirle. Leer más aquí.

2010-09-11

El cielo se alegra cuando un pecador regresa

Domingo XXIV tiempo ordinario -C-

El evangelio de hoy vuelve a señalar la controversia que se daba entre Jesús y los fariseos. Era muy frecuente que se acercaran a Jesús publicanos y gentes consideradas pecadoras. Eran personas que sentían que algo debía cambiar en su vida y reconocían que en Dios estaba la respuesta a su búsqueda, el sentido de sus vidas, la felicidad. Marginados por su condición de publicanos, tachados de pecadores, acudían a Jesús, quien los escuchaba y les hablaba al corazón.

Leer más aquí.

2010-09-04

Quien quiera seguirme...

Domingo XXIII tiempo ordinario - ciclo C -

“Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío”. Esta frase suena como un bofetón. Sus palabras se clavan como dardos. ¿Cómo interpretarla?

No podemos interpretarla de modo literal o fundamentalista. Dios no desea la ruptura de las familias ni el abandono de los deberes de cada cual... Seguir leyendo aquí.

2010-08-28

Llamados a la humildad

Domingo XXII tiempo ordinario - Ciclo C -

Aprovechando que es invitado a un banquete de fariseos, Jesús propone una actitud cristiana fundamental: la humildad. En el banquete, observa cómo muchos pugnan por ocupar los primeros puestos, por la preeminencia y la notoriedad. Hoy hablaríamos del afán por "querer salir en la foto"... Seguir leyendo aquí.

2010-08-22

La puerta estrecha

Domingo XXI tiempo ordinario - ciclo C -

Mientras Jesús recorre las aldeas, predicando el reino de Dios a las gentes, un hombre se le acerca y le pregunta: “¿Serán pocos los que se salven?”. Esa pregunta nos aguijonea aún hoy. En realidad, podría traducirse por un: ¿Me salvaré yo? ¿Podré entrar por esa puerta angosta hacia el banquete del Señor? ¿Serán pocas las personas que entren?

2010-08-14

Asunción de María

Domingo XX tiempo ordinario - ciclo C -

En mitad de verano, celebramos esta fiesta mariana tan hermosa, María Asunta al Cielo. Dice la tradición que se quedó “dormida” y Dios la llevó de la mano hasta el cielo. Celebramos que es llevada, resucitada y glorificada, podríamos llamarla la “pascua” de María. María es arca de la alianza, templo que alberga al Hijo de Dios. La asunción culmina ese encuentro de Dios con María en la eternidad.

Leer toda la reflexión aquí.

2010-08-07

No temáis, pequeño rebaño

Domingo XIX tiempo ordinario - ciclo C -

Jesús se dirige a los suyos con esta frase entrañable, cargada de ternura: “No temáis, pequeño rebaño, porque vuestro Padre se complace en daros su Reino”. Lo hace con la consciencia de que son pocos, apenas un grupo de hombres que ha decidido confiar en él e instalarse en la sencillez y la humildad. Estas palabras, hoy, llegan a nosotros. No temáis... Seguir leyendo aquí.

2010-07-31

La verdadera riqueza


Domingo 18 Tiempo Ordinario - C -
La parábola del evangelio de hoy nos muestra al hombre próspero que planifica su futuro. Inmerso en abundancia, decide echarse a vivir plácidamente de las rentas de su riqueza. Ciertamente, cada cual tiene derecho a vivir con prosperidad y a administrar su patrimonio. Pero Jesús nos recuerda que no podemos centrar nuestra vida en el dinero y en los bienes materiales... Leer más aquí.

2010-07-24

Santiago, el hijo del trueno

25 julio 2010 - Jubileo de Santiago

Los llamaban “los hijos del trueno” por su carácter impetuoso. Santiago y Juan, los dos jóvenes pescadores llamados por Jesús a orillas del lago de Galilea, se entusiasmaron de inmediato con el reino que su Maestro anunciaba.

Junto a él vivieron momentos inolvidables: desde la alegría festiva de las bodas de Caná hasta el atisbo de gloria en el Monte Tabor; milagros y curaciones; incluso resurrecciones. Vieron y creyeron, y amaron al Maestro que les mostraba un reino muy distinto a los imperios de este mundo. Quizás sin comprender mucho, escucharon aquellas palabras: “No he venido a ser servido, sino a servir, y a dar la vida por muchos”. Pero aquel mensaje caló hondo en ellos y Santiago fue el primero que lo vivió en su propia piel.

Como discípulos cercanos a su Maestro, Santiago y Juan aspiraban, un tanto ilusamente, a ocupar lugares privilegiados junto a él. Ante la indignación de sus compañeros, Jesús los pone en su lugar. “No sabéis lo que pedís”. Y les da una lección: “El que quiera ser grande entre vosotros, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea vuestro esclavo”. Pero también les pregunta, apelando a la autenticidad de su convicción: “¿Seréis capaces de beber el cáliz que yo he de beber?”. Y ellos responden, sin vacilar: “Lo somos”.

Quizás en ese momento su afirmación podía parecer una bravata. Y más aún cuando sabemos que, en el momento de la pasión, Santiago, como todos los demás, abandonó a Jesús y corrió a esconderse. Pero Dios no desecha nada y recoge todo lo bueno de cada persona. Dios no rechazó ese ímpetu fogoso, esa lealtad, ese deseo de ambos hermanos por hacer realidad el reino que Jesús proclamaba. El Espíritu Santo transformó los deseos y las intenciones en vida y obras. Y así, Santiago se convirtió en un apóstol entusiasta, y el primero de todos en morir mártir por un designio veleidoso del rey Herodes. Apuró hasta la última gota el cáliz de su Maestro.

¿Qué nos enseña el apóstol Santiago hoy? Este jubileo es una buena ocasión para hacernos la misma pregunta que Jesús formuló a los dos hermanos Zebedeos: ¿estamos dispuestos a beber el mismo cáliz del Señor? Es fácil seguirlo y colaborar con él cuando las cosas van bien, cuando tenemos éxito, cuando hay reconocimiento social… Qué fácil es ser cristiano cuando las estructuras de poder, los medios de comunicación y la cultura que nos rodea miman a la Iglesia. En cambio, cuando la Iglesia es denostada, perseguida, denigrada y ensuciada por los medios de comunicación y la propaganda… ¿quién se atreve a decir, con la cara bien alta, que es cristiano y que se siente entusiastamente implicado con la misión de la Iglesia, de llevar el reino de Dios hasta el último rincón del mundo? ¿Quién se atreve, como Santiago, como Juan, como los demás apóstoles, a dar la cara por la comunidad de seguidores de Jesús? ¿Quién es lo bastante audaz para echarse los pecados y las cruces a la espalda y continuar sembrando buenas semillas, convencido de que todo buen fruto no es obra de uno mismo, sino de Dios?

Hace dos mil años, la situación de la Iglesia era todavía más difícil que hoy. Y, sin embargo, hubo hombres y mujeres valientes que creyeron y construyeron reino de los cielos, bien arraigado en la tierra. Santiago fue el primero que llevó su entrega hasta las últimas consecuencias. ¿Estaríamos dispuestos nosotros a hacer lo mismo?

2010-07-17

Saber acoger

Domingo 16 tiempo ordinario - C -

El evangelio de este domingo nos presenta a dos mujeres hospitalarias, que saben acoger al Señor. La hospitalidad es intrínseca de la cultura judía. Además, Marta y María tenían un vínculo de amistad con Jesús, formaban parte de la familia de amigos de Betania.

Pero vemos cómo las dos hermanas tienen reacciones diferentes ante la visita de Jesús. ¿Qué les dirá él a cada una? ¿Qué significa esto para nosotros? Seguir leyendo aquí

2010-07-10

¿Quién es el prójimo?

Domingo XV tiempo ordinario - C -

¿Qué hacer para ganar el cielo? Es una pregunta que nos concierne a todos. Nos inquieta el más allá. Venimos a misa, rezamos, practicamos la caridad… y, al igual que aquel judío, preguntamos a Jesús qué hemos de hacer para heredar la vida eterna. Él responde apelando a la ley: Amarás a tu Dios... y al prójimo como a ti mismo. Y, ¿quién es mi prójimo?, pregunta entonces al maestro de la ley. Jesús le explica la parábola del buen samaritano.

Leer aquí toda la reflexión.

2010-07-03

Os envío como corderos...

Domingo 14 tiempo ordinario - C -

Jesús envía a sus discípulos de dos en dos, con unas recomendaciones que son igualmente valiosas para los cristianos de hoy. Los envía "como corderos en medio de lobos", es decir, que nuestro talante ha de ser manso y pacífico, y no beligerante. Pero también les da un poder: el de "expulsar demonios", es decir, combatir el mal, que se manifiesta de tantas formas atacando a las gentes. Los discípulos partirán en misión y regresarán exultantes, pero Jesús les recordará que hay algo más importante que los éxitos obtenidos... Leer toda la reflexión aquí.

2010-06-26

Déjalo todo y sígueme

“Deja que los muertos entierren a sus muertos”, dice Jesús al hombre que quería seguirle. Le daba un sí, pero con condiciones. De ahí esa respuesta rotunda. Seguir a Jesús es caminar a la intemperie, sin seguridades. La única certeza es saber que caminamos hacia el Padre. Pero el camino no es fácil y está lleno de riesgos. Unirse a Jesús y caminar con él es tener claro que siempre estaremos en su corazón y que el cielo nos espera en la meta. Pero no tendremos nada seguro en el mundo.

Leer aquí toda la reflexión.

2010-06-19

¿Quién es Jesús?

Domingo 12 Tiempo Ordinario -C-
Evangelio: Lc 9, 18-24

Cuando hablamos de Jesús, nos llegan muchos comentarios variados. Para los creyentes, la información más válida son los evangelios. Pero en nuestros días se ha escrito mucho sobre Jesús, a veces con errores, en medio de novelas y películas imaginativas que impulsan grandes negocios de ventas.

Para mucha gente, Jesús es un personaje histórico: un líder, una persona de valores, un hombre libre, entregado a los más desvalidos, un hombre de Dios, un revolucionario… Jesús, hoy, nos continúa preguntando: ¿quién dice la gente que soy yo?

¿Quién es Jesús para mí? Y no vale repetir expresiones aprendidas o respuestas de catecismo. La pregunta va más a fondo, hasta tocar aquella sabiduría que pasa por la experiencia del corazón, que afecta nuestra vida, nuestros sentimientos, ideas y obras. ¿Qué respuesta personal hemos dado nosotros a Jesús? ¿De qué manera dejamos que entre en nuestra vida? ¿Hasta qué punto lo tenemos presente en nuestras actividades cotidianas, en nuestro ocio, en nuestas relaciones con los demás?

Si decimos que Jesús es nuestro amigo, es porque nos sentimos amados por Él, llenos de Él, unidos a Él. Su amistad nos llevará a afrontar las dificultades de la vida con sus mismos sentimientos y actitudes. Nos hará confiar en Él cuando nos toque llevar nuestra cruz.

Nuestra cruz es el esfuerzo de negar nuestro egoísmo y orgullo, la dificultad para soportar las propias limitaciones y dolores. Pero la cruz se convierte en gozo cuando descubrimos que negarse a sí mismo es rechazar el mal que nos daña y renacer a la libertad, a la paz interior, a la alegría de sentir la presencia de Dios. La cruz nos lleva a dar la vida por amor: un dar que no es perder, sino ganar.

2010-06-12

A quien mucho ama, mucho se le perdona

Domingo 11 tiempo ordinario -C-

Los fariseos creían que cumpliendo estrictamente la ley ya podían considerar que todo lo hacían bien. Pero Jesús era un hombre libre, sin prejuicios, más allá de las convenciones sociales y religiosas. Al ver llorar a la mujer pecadora, se conmueve y acepta su gesto de ternura. Ante el escándalo de Simón el fariseo y sus convidados, Jesús explica la parábola del prestamista y los dos deudores... ¿A quién se le perdona más? Leer toda la reflexión.

2010-06-04

El Cuerpo y la Sangre de Cristo

Si descubriéramos el valor de la misa, dice santa Teresita, habría tanta afluencia de gente que los poderes públicos tendrían que regular la asistencia a los templos. Hoy, día del Corpus Christi, estamos invitados a reflexionar sobre el valor de la eucaristía y el gesto de tomar en el pequeño pan consagrado el mismo cuerpo de Cristo.

La eucaristía no es un invento, viene de Dios: “hacedlo en memoria mía”, nos dice Jesús. Si él nos lo pide es porque se trata de algo muy importante y beneficioso para nosotros. Hemos de pasar de la obligación de la misa a la invitación. Él nos llama a hacer cielo aquí y ahora, y el pan que nos da es el alimento del cielo que nos hace gustar su reino en la tierra. Leer más aquí.

2010-05-29

Dios, uno y tres

La Santísima Trinidad - C -

Evangelio: Jn 16, 12-15

Dios no es un ser solitario ni aislado. La soledad es el primer mal, como señala el Génesis, cuando dice “No es bueno que el hombre esté solo”. Dios tampoco permanece en la soledad, sino que es una familia de tres personas estrechamente unidas: es relación y comunicación. Como dice Jesús a sus discípulos: "todo lo que tiene el Padre es mío". Leer toda la reflexión aquí.


2010-05-21

Pentecostés, nace la Iglesia

Hoy celebramos que la Iglesia nació en Pentecostés. Pero también celebramos que el Espíritu Santo sigue vivo dentro de la Iglesia a lo largo de la historia. Por tanto, litúrgicamente hablando, también nosotros, como cristianos y discípulos de Jesús, recibimos al mismo Espíritu Santo que descendió sobre los apóstoles. Leer más aquí.

2010-05-15

Jesús sube al cielo


Domingo de la Ascensión -C-

En las lecturas de hoy encontramos dos escenas: la de los discípulos mirando asombrados al cielo, viendo cómo el Señor asciende, y la del mismo Jesús, alentándolos: "Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los muertos; en su nombre se predicará la conversión y el perdón a todos los pueblos..."

Con la subida de Jesús a los cielos culmina su misión. Pero comienza la de sus apóstoles. De la primera noticia de su partida en el discurso del adiós hasta su partida definitiva sus discípulos han ido recorriendo un proceso de total adhesión, ya no sólo al Jesús histórico, sino al Jesús resucitado. Seguir leyendo aquí.



2010-05-08

El Espíritu Santo os recordará mis palabras

Domingo 6 de Pascua -C-

Para seguir a Jesús, no basta escuchar sus palabras, sino que es preciso cumplirlas. Quizás ahí está la diferencia entre un creyente verdadero y alguien que simplemente escucha y elige lo que le gusta del evangelio y rechaza lo que no entra en sus esquemas. Jesús también nos habla de la paz, una paz verdadera y sólida, no fruto de un pacto social o una tregua política. La paz de Cristo es fruto del mismo amor y es la única que hace posible la justicia, cimiento firme de toda sociedad pacífica. Leer más aquí.

2010-05-01

Un mandamiento nuevo

Domingo 5 de Pascua -C-

«Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado». Con estas palabras, Jesús supera la antigua ley judía y nos propone una nueva ley, simple y rotunda: la ley del amor que, como asegura san Pablo, es liberadora y la única a la que debemos sujetarnos. La palabra mandamiento ha de ser entendida en su significado original. No es tanto una obligación como una necesidad. El Papa, en su encíclica, subraya repetidamente que amar no debe ser una imposición sino una actitud de agradecimiento ante el amor recibido de Dios, como regalo. Amamos cuando respondemos. Y estamos llamados a hacerlo, no limitándonos a nuestras necesidades y afectos, sino como Jesús... Leer más aquí.

2010-04-24

Os daré pastores

Domingo 4 de Pascua - C -

Este domingo, el evangelio nos presenta a Jesús como el buen pastor que cuida su rebaño. Es una lectura que no sólo habla del rol del pastor, que vela y cuida, sino de la actiud de las ovejas.

¿Sabemos escuchar la palabra de nuestros pastores, el mensaje de la Iglesia? Más allá de creer, ¿sabemos confirmar nuestra fe con obras reales? ¿Es nuestra vida coherente con aquello que creemos?

Leer más aquí.

2010-04-17

¡Es el Señor!

3 domingo de Pascua -C-

Jesús se nos hace presente en el trabajo de cada día. ¡Cuántas veces nos desesperamos cuando trabajamos con ilusión y no cosechamos el fruto deseado! Entonces nos desanimamos. Jesús nos invita a trabajar de otra manera. ¡Es el Señor! Estas palabras de reconocimiento nos abren a la experiencia íntima y cercana con Aquel que puede cambiar toda nuestra vida.

Leer toda la reflexión aquí.

2010-04-11

Dichoso el que cree sin ver

2 Domingo de Pascua -C-

Tras su muerte, los discípulos de Jesús se agrupan, temerosos, en el cenáculo. La noticia del sepulcro vacío ha añadido incerteza a su confusión. Con su aparición en el cenáculo, Jesús debe atravesar mucho más que las paredes de la casa. Jesús atraviesa los muros del miedo, la desconfianza y la incredulidad... Tomás es paradigma de la dificultad para creer que se da en aquellos que no conocieron a Jesús durante su vida terrena. Leer más aquí.


2010-04-03

Domingo de Pascua de Resurrección

La Resurrección de Jesús es el acontecimiento central de la fe cristiana. Sobre ella se asienta nuestra Iglesia y todo cuanto creemos. Así como para los judíos la Pascua significa el paso de la esclavitud hacia la liberación, para los cristianos la Pascua es la fiesta del paso de la muerte a la vida, y una vida perdurable. En ese paso interviene el amor de Dios. No es un acontecimiento histórico que podamos comprobar con medios "científicos". Pero sí es un hecho real, auténtico, trascendente, que cambia nuestra vida y que ha dado un giro radical a la historia humana. En palabras de San Pablo, "vana sería nuestra fe, si Cristo no hubiera resucitado"...
Leer toda la reflexión aquí.

2010-03-27

Domingo de Ramos

Pasión según San Lucas - ciclo C -

En esta Semana Santa, a través de las procesiones y celebraciones, los cristianos seguiremos los pasos de Jesús. Estas fiestas no deben reducirse a rituales repetitivos, abstractos, meramente estéticos, pero vacíos. Tenemos que interioriar su contenido.

En el domingo de Ramos, encontramos a Jesús triunfante entrando en Jerusalén. Días más tarde, aquellos que lo aclaman gritarán, pidiendo que lo crucifiquen. ¿Sabremos acompañar a Jesús en todo momento, glorioso o de pasión?

Leer la reflexión entera aquí.

2010-03-20

Jesús no vino a condenar

Domingo V de Cuaresma -C-

En la lectura del evangelio de hoy encontramos temas candentes en la sociedad judía y también en el mundo de hoy. ¿Hasta dónde la ley cumple con la justicia? ¿Hasta dónde debe llegar la misericordia? Vemos que Jesús opta por el perdón y la defensa de la vida humana. También nos da una lección de coherencia, que los judíos de su tiempo no tuvieron más remedio que aceptar...

Seguir leyendo toda la reflexión.


2010-03-13

El padre pródigo

Domingo IV de Cuaresma -C-

El evangelio de hoy nos presenta la conocida parábola del hijo pródigo. En ella se resumen dos actitudes humanas hacia Dios: la del autosuficiente que cree que puede comprar el cielo por sus méritos y esfuerzos y la del que busca la plenitud de la vida fuera de Dios. Son dos actitudes muy antiguas y muy actuales. ¿Cuántos de nosotros somos fariseos, creyentes interesados que pensamos que cumpliendo los preceptos ya estamos salvados? ¿O cuántos creen que Dios coarta su libertad y que hallarán la felicidad lejos de él?

Pero el gran protagonista de esta parábola es el padre. Es imagen de un Dios generoso, que perdona, que espera siempre en nosotros. Un Dios que no nos quiere esclavos ni sometidos, sino hijos, libres para amarle y responder a su amor. Es un Padre que no ahorra sus bienes: los dispensa con magnificencia. Todo lo mío es tuyo, son palabras que podemos repetirnos y que Dios también nos dirige a nosotros. Todo nos lo da. Todo lo perdona. Y no pide nada a cambio, sólo desea que acojamos su amor.
Leer más aquí.

2010-03-06

Si no os convertís...

Domingo III de Cuaresma - C -

El evangelio de este domingo es una lectura no exenta de cierta dureza. Ante dos acontecimientos infaustos, los judíos se preguntan por qué Dios castiga a las gentes con muertes aparentemente injustas. Detrás de su actitud asoma esa teología del castigo y la recompensa, que convierte a Dios en un juez implacable y a veces incomprensible. Pero Jesús rechaza este argumento. Las muertes por accidente o por violencia están muy lejos de la voluntad de Dios, que es Señor de la vida. Y aprovecha la ocasión para hablar de otra muerte aún peor: la muerte del alma, que se da en aquellos que se alejan de Dios y, como la higuera de la parábola, no dan fruto. Este evangelio nos toca también a los cristianos de hoy... ¿Somos árboles fecundos, o corremos el peligro de convertirnos en higueras estériles? Seguir leyendo aquí.

2010-02-27

La transfiguración

Domingo 2º de Cuaresma -C-

Oración, revelación luminosa, arraigo en la fe de los profetas... una proclamación y una llamada. El episodio de la Transfiguración, que los discípulos comprendieron mucho más tarde, resume de forma espléndida el camino de Jesús, desde la toma de conciencia de su divinidad hasta su misión, que culmina en la gloria, pero que ha de pasar necesariamente por la cruz. Junto con el bautismo, la transfiguración es un momento en el que se manifiesta la presencia de Dios con fuerza iluminadora. Y no sólo se puede vislumbrar su presencia, sino que se escucha su voz, expresando su voluntad: "Este es mi hijo amado, mi predilecto. Escuchadle". Estas palabras también van dirigidas a los cristianos de hoy. ¿Queremos seguir la voluntad de Dios? Escuchemos.

Leer toda la reflexión aquí.

2010-02-20

Tres tentaciones universales

Domingo I de Cuaresma -C-

En este inicio de la Cuaresma, el evangelio nos sitúa ante tres tentaciones universales que se presentan a todo ser humano. El diablo quiso también presentárselas a Jesús, escudado con buenos argumentos e incluso citando las Sagradas Escrituras. Obtener el poder económico —o rendir culto al materialismo—, el poder político y el poder religioso son las grandes ofertas que el demonio hace al mundo, disfrazándolas de libertad, de fe, de bienestar. En realidad, lo que busca es nuestra total sumisión para esclavizarnos en su mentira.

Leer toda la reflexión aquí.

2010-02-13

Bienaventurados

Domingo VI tiempo ordinario - ciclo C

La conocida lectura de hoy, de las bienaventuranzas, nos sitúa ante la realidad con la que nos encontraremos los seguidores de Jesús. El cristiano coherente que se lanza a ser apóstol topará con muchas dificultades y padecerá la pobreza, el dolor, la tristeza y la persecución. Pero Jesús, enlazando con las lecturas de los profetas, nos recuerda que la recompensa de una vida entregada por amor es inmensa.

Leer toda la reflexión aquí.

2010-02-06

Rema mar adentro

En el evangelio de este domingo descubrimos las tres grandes facetas de la misión de Jesús: predicar, obrar milagros y LLAMAR. ¿Qué significa cada una de ellas?

Pedro, pescador curtido, experimenta su pequeñez y cae de rodillas cuando reconoce en Jesús al Señor. Pero Dios no repara en su miseria, sino en su fe, y lo elige. Leer más aquí.


2010-01-30

El rechazo a los profetas

Domingo 4º del tiempo ordinario. Ciclo C.

Tras leer el texto del profeta Isaías en la sinagoga, Jesús ve cómo todos sus congéneres de Nazaret quedan maravillados de sus palabras. Pero cuando su discurso se torna exigente, la multitud pasa de la admiración a la crítica y al deseo de matarlo. No es ajeno a la suerte que padecieron los profetas. El desprecio, la incomprensión y los celos brotan hacia él. Envidia y desprecio que se irán fraguando hasta llegar a una hostil actitud de rechazo.
Leer el comentario completo aquí.


2010-01-23

Palabras de liberación

El mensaje de Jesús es un anuncio, una buena noticia. El evangelio no es un conjunto de normas morales ni una doctrina, sino el gozoso anuncio de nuestra liberación. La gran liberación es soltar las cadenas del yo, que es la mayor esclavitud. Seguir leyendo aquí.

Este domingo, además, nos preparamos para celebrar la fiesta de la Conversión de San Pablo (25 enero), el hombre que perseguía a Dios y que fue alcanzado por el amor de Cristo. Su ejemplo nos enseña cómo Jesús puede cambiarnos por dentro, dando un giro radical a nuestras vidas.

2010-01-16

Haced lo que él os diga

Este domingo, el episodio de las bodas de Caná nos habla de dos aspectos clave de nuestra fe: nuestra confianza en Dios y su deseo ardiente de convertir nuestra vida en una fiesta, llena de belleza y alegría.

Dios no quiere reprimirnos ni someternos: nos quiere completos, sanos, realizados y creativos. Su amor transforma toda nuestra existencia. Pero antes, nosotros hemos de ponerla en sus manos, como aquellos criados que llenaron las jarras de agua y las presentaron ante Jesús.

Leer la reflexión completa aquí.