«Nacido
Jesús en Belén de Judea en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a
Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de
nacer? Porque hemos visto su estrella al oriente y venimos a adorarle».
La
búsqueda de Dios es universal
Para los cristianos el futuro existe: es Cristo, Dios, la Iglesia. El futuro está en
trascender de nosotros mismos y salir afuera. Los magos, sabios y científicos
de su tiempo, así lo hicieron. Abandonando sus tierras de origen, emprendieron
un largo camino. Son imagen de todas las culturas de la humanidad en busca de
Dios. Y en su búsqueda encontraron la estrella que los guió hasta la cueva de Belén.
El ser humano está llamado a conocer a Dios. El evangelio de
hoy simboliza un abrazo cultural entre los pueblos. Todos están llamados a
recibir esa inmensa alegría que llenó a los magos cuando vieron la estrella
posarse sobre el establo.
Nuestro mejor regalo:
entregarnos
Hoy es una fiesta hermosa. Recuperemos el sentido religioso
de la ofrenda, del obsequio. Los mejores regalos que podemos ofrecer son la
transferencia de valores, la donación de nuestro tiempo, brindar un sentido a
la vida, dar esperanza. Cada uno de nosotros es un mago que puede regalar a
quienes le rodean aquello que les falta: alegría, confianza, afecto, consuelo,
tiempo…
¿Hemos dedicado bastante tiempo a la familia, a la
comunidad, a la Iglesia ?
¿Hemos regalado nuestra experiencia y sabiduría a nuestros hijos? No olvidemos
que lo mejor que podemos darles es el tesoro que llevamos dentro. Más que
juguetes y regalos, los niños necesitan ternura, educación, valores. Necesitan
la compañía de sus padres, de la
Iglesia y de la sociedad.
Durante estos días festivos, el gasto económico en las
familias es enorme. Los cristianos deberíamos ser muy conscientes de ello y no
olvidar que muchas personas no pueden permitírselo. Si tan solo destináramos el
10% de lo que consumimos y gastamos a obras sociales, o a contribuir a sostener
la gran labor de las misiones, ¡cuántos problemas ayudaríamos a paliar!
Del pesebre a la
eucaristía: el regalo de Dios
Cristo es el gran regalo que cambia nuestra vida. Ese Niño
Dios se nos hace pan y comida. Cada día que venimos a la Eucaristía , los
cristianos contemplamos el misterio del Dios que se hace sacramento para que su
presencia sea eterna entre nosotros. La fiesta de los Magos, que nuestra
civilización ha convertido en un acontecimiento social, donde los regalos cobran
el mayor protagonismo, tiene un sentido espiritual: el mayor regalo es la
donación de Jesús. Dios se nos hace presente a través de Él, y muchas son las
gentes que lo necesitan. Cada cristiano que se regala a sí mismo, como Jesús
hizo con su propia vida, es el mayor obsequio. Seamos Reyes Magos para los
demás.
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