3r Domingo Ordinario B
Lecturas
Los primeros apóstoles
¿Pescadores de hombres? Aquellos hombres: Simón, Andrés,
Santiago y Juan, eran pescadores de peces. Era su medio de vida y para los
peces, ser pescado es la perdición: significa ser capturado y comido. Pero para
un ser humano, perdido y flotando en las aguas, la cosa cambia. Ser «pescado»
es ser rescatado. Y en la antigüedad, en el mundo judío y en el imaginario
bíblico, el mar y su oleaje a menudo eran una imagen del mal, del peligro, de
la muerte.
De manera que ser pescadores de hombres se convierte en
sinónimo de ser rescatadores de vidas.
Toda la escena del evangelio de Marcos es preciosa y está
llena de simbolismos. El mar y la playa son el escenario de nuestra vida: allí
donde vivimos, nos movemos y trabajamos. Las redes y las barcas son nuestro
trabajo, pero también las ataduras que a veces nos imponemos (o dejamos que nos
impongan) y nos impiden vivir en plenitud y en libertad. La llamada de Jesús es
siempre la misma: ¡Venid tras de mí! Es decir: Seguidme. Quedaos conmigo,
convivid conmigo, aprenden a mi lado. Y después… haréis lo mismo que hago yo.
Jesús nos llama. En nuestro ámbito cotidiano, a cada cual en
el suyo. Y podemos seguirlo de mil maneras. Cada cual tiene su vocación y sus
capacidades. Lo que importa es nuestra respuesta: ¿somos capaces de soltar
las redes, las ataduras, las esclavitudes, para ir tras él? ¿Aceptamos
convertirnos, como él, en anunciadores de la buena nueva y portadores de vida,
de alegría, de paz, en este mundo?
El mensaje de Jesús es muy sencillo, pero inmenso: El reino
de Dios está aquí. Dios está aquí, entre vosotros y por vosotros. No sólo
existe: os ama, le importáis y quiere vuestro máximo bien. Creedlo y convertíos:
¡cambiad de vida! No viváis como víctimas, como huérfanos, como criaturas
perdidas faltas de sentido. Sois amados y llamados a la plenitud. Escuchar la
llamada es el primer paso para convertirse. Y convertirse es renacer.
1 comentario:
Que hermoso este evangelio,es urgente nuestro trabajo,en este mundo al revés para llevar a tantas personas que parecen zombis el dar a conocer el amor de Jesús
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