2023-12-08

Preparad el camino

Segundo Domingo de Adviento - Ciclo B

Lecturas: Isaías 40, 1-11; Salmo 84; 2 Pedro 3, 8-14; Marcos 1, 1-8

Lectura del evangelio: Marcos 1, 1-8


En este segundo domingo de Adviento leemos el comienzo del evangelio de Marcos. Con la predicación de Juan Bautista en el desierto el autor recuerda las expectativas mesiánicas del pueblo judío. El pueblo está llamado a tener una actitud de acogida ante la inminente llegada del Señor. Marcos define la misión de Juan: este ha de preparar a su pueblo para el momento culminante de su llegada. Por eso hace referencia al profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: preparad el camino al Señor, allanad sus senderos». La voz de Juan ha de resonar en cada uno de nosotros para que también estemos preparados para el gran acontecimiento de la Navidad.

Abrirse a la luz

Estar preparados significa limpiar y enderezar el rumbo de nuestra vida. Dejemos que el Señor entre en nosotros sin poner obstáculos para que llegue a lo más profundo de nuestro ser. Así viviremos la plenitud del encuentro tan esperado.

La voz de Juan, hoy, es la voz de los profetas que han de elevar su clamor e interpelar a toda la sociedad: dejad de vivir en la oscuridad, abríos a la luz de Cristo.

Hoy, más que nunca, es necesario que, como cristianos, desde nuestras convicciones más profundas, seamos capaces de levantar la voz con nuestra vida y con nuestro testimonio. Nuestra apertura a Dios será decisiva para que la voz de Jesús penetre en lo más íntimo de nosotros. Luego, convencidos, seremos nuevas voces que ayuden a otros a reenfocar su vida a la luz de la palabra de Dios.

Llamados a una tarea

En la actual coyuntura social y cultural se hace urgente que cada cristiano sea consciente de su misión. La desidia y el desespero de muchos ahogan la esperanza. Pero Jesús está llegando. Hemos de pasar del desierto árido de nuestro corazón a un vergel, un paraíso donde vivamos la fraternidad como su nuevo pueblo: la Iglesia. Estamos llamados a vivir en la caridad y tenemos una tarea: evangelizar. Sólo cuando dejemos que nuestro pozo interior se abra a las aguas cristalinas de su palabra nuestra sequedad de alma se convertirá en un hermoso jardín.

Ojalá él nos encuentre a punto y lo acojamos con alegría. Su venida significó un cambio en la historia de la humanidad. El deseado, el esperado, está a punto de llegar para culminar nuestras esperanzas. Él es la gran respuesta a nuestras inquietudes y da una dimensión nueva al sentido de la existencia. Él es el fundamento y el soporte de nuestra realidad vital. Con Jesús en nuestra vida, se nos abre un nuevo horizonte que llevará al hombre a la plenitud. Vivir instalados en la esperanza es empezar a saborear una alegría que nunca se acaba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por compartir este gran trabajo de reflexión sobre los evangelios. Una gran labor evangelizadora. Bendiciones.